Los sulfitos o agentes sulfitantes, representados por dióxidos de azufre (SO2), son aditivos muy utilizados en la industria de alimentos y bebidas como conservantes debido a su amplio espectro de acción y porque se consideran seguros para la mayoría de las personas. Se conocen por evitar el oscurecimiento enzimático y no enzimático, y prevenir el crecimiento de microorganismos no deseados (levaduras, hongos y bacterias), que promueven cambios durante el procesamiento y almacenamiento de estos productos.